Tucumán es la provincia más pequeña de la Argentina. Situada al noroeste del país, limita al norte con la provincia de Salta, al este y sur con Santiago del Estero y al oeste y sur con Catamarca. Su capital es la ciudad de San Miguel de Tucumán.
Pese al territorio relativamente pequeño la provincia de Tucumán por naturaleza y cultura ofrece gran cantidad de recursos turísticos dados por sus variados y bellos paisajes, su excelente clima durante el otoño y el invierno (de allí que sea denominada El Jardín de la República) y su cultura que registra influjos prehispánicos, jesuíticos o los del período de auge intelectual dado desde los 1880 y, particularmente, en la primera mitad de siglo XX. Tal auge intelectual aún se refleja en algunos exponentes de la arquitectura que se halla en la provincia.
Tucumán posee gran cantidad de áreas naturales protegidas y aún (aunque reducidas) zonas de selva y bosque montano practicamente vírgenes. Entre los sitios de gran atractivo turístico corresponde señalar San Pedro de Colalao, La Cocha, Cerro San Javier, Ruinas de Quilmes, Pucara de la Ciudacita, Raco, Simoca (especialmente atractiva por su gran feria), las costas del lago Río Hondo, el lago-embalse Escaba, Cochuna, la Laguna del Tesoro, El MollAr, el Parque de los Menhires, la Quebrada de los Sosa, Tafí del Valle, El Siambón, Villa Nougués, Yerba buena, Concepción, el cerro nevado del Aconquija, Colalao del Valle, Amaichá del Valle, etc.
Portal de ingreso al norte argentino, el circuito del Valle Calchaquí conduce al turista embelesado por sitios de relevancia histórica, ruinas indígenas, yacimientos arqueológicos, campos de cultivo, viñedos, y un constante paisaje de fascinantes verdes, siempre acompañado por la armoniosa melodía de la tradición y las festividades folclóricas.
Integrado por villas veraniegas, cuyas cumbres nevadas deslumbran en invierno, el Valle Calchaquí no conoce de temporadas. Desafiante, acogedor y atractivo a lo largo de todo el año, invita a descubrir sus rincones más ocultos y a deleitarse con sus espacios más conocidos, transgrediendo el territorio de Tucumán hacia Salta y Catamarca.
EL MOLLAR Es una villa turística ubicada en las laderas del cerro Ñuñorco, en la zona este del Valle de Tafí. Su crecimiento como la de todo el valle tafinisto y la zona del Valle Calchaquí, está ligado al camino que fue inaugurado en la década de 1940. El Mollar ha sido un asentamiento arqueológico de mucha importancia. Se debe al doctor Rex González el descubrimiento a mediados del siglo XX, de las ruinas donde estuvo asentada una antigua civilización que la hace remontar a 300 años a.C., constituyéndose en una de las primeras manifestaciones agroalfareras del noroeste argentino y por ende, sedentaria. Hoy en día se convirtió en una de las villas turísticas más visitadas, sobre todo por jóvenes que disfrutan de sus vacaciones en este encantador lugar. El Mollar cuenca con hosterías, campings, casas de familias, cabañas y espacios para disfrutar al aire libre realizando caminatas o escalamientos en los cerros para divisar desde las alturas el verde permanente de la naturaleza.
TAFI DEL VALLE Es el destino turístico más importante de la provincia tucumana. Es una villa enclavada entre montañas, en la región central del oeste de Tucumán, situada a 107 km de esa capital. Su nombre deriva del vocablo diaguita Taktillakta, "pueblo de entrada espléndida", y es una excelente combinación de montañas, ríos y climas que invita a ser visitada en cualquier época del año, ya que sus temperaturas promedian los 26º C en verano y 16º C en invierno. Ocupa una región en el fondo de una profunda hoyada. Al oriente limita con las cumbres Calchaquíes, las de Mala Mala y Tafí, de 3500 metros de altura; al occidente con el cerro Muñoz, de 4440 metros, mientras que el cerro Nuñorco Grande, de 3320 metros, cierra el valle por el extremo meridional. Tafí del Valle es una excelente alternativa para disfrutar de interesantes paseos y excursiones a través de altos cerros, frescos valles, distintas vertientes de agua o en medio de plantíos frutales. Actividades como travesías en 4 x 4 al río Los Sasos, trekking al cerro Pelao, cabalgatas a las ruinas de los Quilmes o vueltas en unimog por el valle, son algunos de los entretenimientos más elegidos por los visitantes. Para destacar es la Iglesia Nuestra Señora del Carmen, la Quebradita y el dique la Angostura, ideal para la pesca del pejerrey y la práctica de deportes náuticos. Además cuenta con varias reservas arqueológicas, muchas de ellas casi inexploradas. Miles de turistas eligen a Tafí del Valle en Semana Santa. En esta bellísima zona se revive la fe cristiana durante la Pascua por medio de una obra de teatro que rememora la Pasión de Cristo, conocida como "Pasión de Tafí del Valle". Tafí guarda el encanto de sus paisajes, el testimonio de su cultura y la hospitalidad de su gente que hacen de esta región un glorioso sitio para conocer.
AMAICHA DEL VALLE Es una Comunidad Indígena del Pueblo Diaguita Calchaquí que fundamenta su condición de tal invocando un documento histórico muy antiguo: la "Cédula Real de 1716". Como Comunidad Indígena, tiene sus instituciones ancestrales, tales como el Cacicazgo y el Consejo de Ancianos. También tiene un extenso territorio que, en la actualidad cubre desde el Abra de El Infiernillo, continuando por las Cumbres calchaquies hacia el Norte, hasta el Cerro Pabellón y, en dirección Oeste hasta la rivera este del Río Santa María. valle donde se asienta Amaicha del Valle ofrece paisajes de gran belleza, y también un clima agradable y placentero debido a la poca humedad del ambiente y a la cantidad de días soleados (un promedio de 360 al año).
Anualmente, en febrero, se lleva a cabo el evento más importante de la comunidad originaria de la zona, La Fiesta Nacional de la Pachamama o "Madre Tierra". La Festividad coincide con las fechas de carnaval, dura una semana y en ella se agradece a la Madre Tierra y se le pide fertilidad para los ganados y los cultivos.
El último día de los festejos se elije una mujer entre las ancianas del lugar que asume el papel de la Pachamama. Lujosamente vestida, es acompañada sobre un carro por la Ñusta, una joven doncella símbolo de la fertilidad, el Yastay, dios de los animales y de la caza y el Pujllay, espíritu alegre del carnaval, semejante a un fauno. La Pachamama ofrece vino de la nueva cosecha a los participantes y recibe el saludo de ellos y de las autoridades. En cuanto a la infraestructura turística, se encuentra en incipiente desarrollo y aún no se encuentra lo suficientemente preparada para recibir gran cantidad de visitantes.
COLALAO DEL VALLE
En voz diaguita significa: talentoso, astuto o arrullo de paloma.Este es el pueblo que se agrupa a la vera del la RN 40 que cruza por su centro. En pleno Valle calchaquí se alza esta localidad, una tranquila villa veraniega cubierta de añosas arboledas, las que adquiriendo diseños diversos, formaron hermosas galerías, las que junto a sus típicos canales de riego, viñedos, frutales y tradicionales pircas, convierten a Colalao del Valle en un lugar digno de conocer y disfrutar. Por su cercanía con otras poblaciones de la provincia de Tucumán; Salta y Catamarca que componen este extenso valle formado por el Río Santa María, Colalao se constituye en el centro de un hermosos y singular circuito turístico conocido como Valles Calchaquíes.
La villa se caracteriza por su singular belleza, la calidez y sencillez de su gente y por la tranquilidad y paz que rodea todo su entorno. A 196 kilómetros de San Miguel de Tucumán, por RN 40 totalmente pavimentada, encontrará este destino que parece estacionado en el tiempo. El sol es pleno durante todo el año y el buen tiempo está garantizado por la naturaleza, lo que permite gozar sin limitaciones la estadía en el lugar. La preservación de su arquitectura y medio ambiente, como la tranquilidad, le otorgan ventajas competitivas respecto a otros destinos que convertidos hoy en ciudades, no pudieron abstraerse del ritmo urbano moderno.
Las caminatas, trekking, paseos en bicicletas y cabalgatas son algunas de las actividades que se pueden realizar es este destino, digno a tener en cuenta.
En el mes de enero se rinde homenaje a Los Antigales, fiesta de rito antiguo que se celebra en la zona, referida a los pueblos ancestrales. En ella se habilitan exposiciones de artesanos, renachos con comidas y bebidas regionales, y se realizan desfiles de gauchos, topamientos y actividades de destreza criolla. Durante el mes de julio se desarrolla la particular Fiesta del Ponchi, popular bebida realizada en base a leche con aguardiente hervidos, y azúcar con canela a la que se le agrega huevo batido. Todo ello transforma a esta celebración en un festejo lleno de costumbrismo, baile y bebidas.